Ayer leí palabras que por momentos parecían entrar en barrena de bucles redundantes y cuasi infinitos; Y es que YO soy un poco tonta, lo comprendo aún así esas sílabas ensartadas resonaron instantes hasta desdibujarse en palabras de otros. Ese otro, es Celso Emilio Ferreiro y su ORACIÓN POR LOS TONTOS.
Señor Dios ten piedad de los pobres tontos
que no sabemos nada de geometría
y embobados en la música celeste
olvidamos la fórmula
del binomio de Newton.
Vamos andando a trancas y barrancas,
aprendiendo las cosas tristemente
por el mundo adelante que tú hiciste
en sólo siete días, según los libros.
Yo soy un poco tonto, lo comprendo.
nunca pude saber para qué sirven
muchas cosas oscuras que consientes.
Humildemente quería preguntarte
preguntas diminutas como cuarzos
acerca de los grillos que cantan incansables
y los amores de los peces,
pero siempre llegan unos hombres
cargados de textos
y de mamotretos grises sapientísimos,
con fechas rigurosas, datos ciertos,
horriblemente ciertos, asfixiantes.
Pero nadie me hablaba de los pájaros,
De los renacuajos, de las flores y de esas nubes
Que posaste, Señor, sobre mi techo.
Perdóname, Señor, tanta tontería
y ten piedad de nosotros, de los pobres tontos
que recorremos el camino de las estrellas
con los ojos encendidos
en la tibia embriaguez de las fábulas.
Y cuando llegue la hora del Juicio
llévame a tu vera con los niños,
con los santos inocentes, con los viejitos,
y déjame seguir mirando al cielo,
modelando en el viento dulces sueños,
como tú haces, Señor, desde el principio.
Se lo dedico al viento que me trajo sus palabras cuando nacía el día. Sean felices.
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