miércoles, 3 de febrero de 2010

Sin aire

Salir


Un tremendo deseo de no salir
de ti mismo. Es el vértigo de la noche,
la impotencia de permanecer de pie
en medio de la calle. El cálido apoyo
de los árboles o de un banco
en donde te desplomas sin aire.
Un sudor muy frío y la mirada perdida
entre la agonía de los coches. Estás solo,
rodeado de un inmenso espacio vacío.
Respiras profundamente el temblor
del espanto que sientes en las piernas.
Tu casa es un pensamiento tan lejano
que ni siquiera te atreves a pensarlo.
Sin nadie. Solo. En medio de la nada.

Guillermo Urbizu

2 comentarios:

Tarei dijo...

Ohh!!! magnifique, je ne peux pas dire d´autre chose!

Merci Mp!!

MP dijo...

De nada, jeje, no esperabas ese final, eh! Besicuelos, te los envío en paquetito aunque está un poquito empapaito por la lluvia. Se me cayó a un charrrrrco.Nos encontramos.