lunes, 26 de octubre de 2009

Cuando seamos viejos

Para salvar las noches en que estás enfadada

y con estos diez años que te llevo de ventaja

voy a obligarte niña a mirarme a la cara

y hasta que te lo diga, que no me des la espalda.


Cuando seamos viejos vas a llorar con rabia

de verte en el espejo la cara tan cambiada

se llenaran de arrugas tus risas de muchacha

será más insegura esa voz que hoy te manda.


Cuando seamos viejos no habrá tanta distancia

sentirás menos miedo sabiéndome en tu cama

ya, ni discutiremos, ni servirá de nada

te reñiré bajito lo que antes te chillaba.


Cuando seamos viejos, estarás más cansada.

Seremos compañeros, nos haremos más falta,

cuando no estés conmigo te notarás muy rara.

Me encontraré perdido si un día nos separan.


Cuando seamos viejos, veremos con nostalgia

sentados desde un banco, como la vida pasa

yo hablando con alguno que no me entienda nada

tú inventándote prisas para volver a casa.


Para salvar las noches que entonces serán largas

y cuando mis diez años se vuelvan desventaja

porque me falten fuerzas o a ti te falte gracia

entonces niña vieja podrás darme la espalda.

Alberto Bourbon



No hay comentarios: