miércoles, 1 de abril de 2009

Y SI TE COMO A BESOS SABRÁS LO MUCHO QUE…

Hace un par de días durante una larga conversación, que mantuve con Isa, surgió un tema que versaba sobre un animalito que a mí me produce un repeluco “ays” que no puedo con él. Así las cosas, Isa habló y habló y hasta nos cocinó, virtualmente claro, a este apetitoso Petromyzun. De qué escurridiza repulsiva y poco evoluciona especie hablo (bueno aunque tal vez la especie asquerosilla para ella sea la nuestra, que todo es posible), os estaréis preguntando (ah, vale, los listos no se lo preguntan). Para todos aquellos que desconozcan la existencia de estos escurridizos draculillas, aquí tienen una foto, no asustarse como diría aquél (aunque yo no miraré).

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La lamprea o lamprea marina (Petromyzun marinus) pertenece a la familia de los Petromyzonidae, dentro del orden Petromyzoniformes. Su aspecto es similar al de la anguila. Sin embargo, presenta siete agujeros bajo sus ojos que la anguila no posee.

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Las lampreas son parásitos largos de forma cilíndrica, sin escamas ni espinas y de cuerpo resbaladizo, solamente un cartílago la recorre de punta a punta dándole la rigidez necesaria para nadar. Su boca es circular y tiene forma de ventosa con ella se adhiere a otros peces y mamíferos marinos, de esta forma les succiona los fluidos corporales y la sangre que necesita para alimentarse. ¡Qué vampiritos que son!

Las lampreas, realizan la puesta de huevos en los fondos de los ríos, enterrándolos en la arena, y durante esos años, las crías se alimentan de residuos vegetales. Después de la metamorfosis, tras haber alcanzado unos 20 cm más o menos (de 4 a 6 años) presentan una fase adulta generalmente marina y hematófaga y se va de parranda a explorar los mares, donde vivirá entre los 200 y 500 metros de profundidad, hasta llegar a la madurez sexual (la fase marina de la especie aún presenta grandes incógnitas). Es entonces, cuando, en viaje migratorio, remontan el río para desovar. El desove, tiene lugar en primavera en lugares poco profundos, donde construyen un nido de piedras que transportan con sus bocas de ventosa. El número de huevos varía entre 50.000 y 200.000; durante la puesta, el macho se fija a la hembra y permanece enroscado a ella; la hembra, del mismo modo, se fija a una piedra del fondo. Después del desove, las lampreas mueren, por debilidad, ya que cuando regresan al río ya no se alimentan.

Tras tres años de vida parásita, y "besos robados", regresan al río para reproducirse y morir.clip_image002

Véase cómo vampiriza a un pez. (lo que me mosquea es que no sean inmortales como los vampiros).

La lamprea es una especie anádroma, como ya señalamos anteriormente, es decir, vive en el mar pero se reproduce en el río. En general prefiere ríos de gran caudal, con aguas no demasiado rápidas y se coloca en los tramos bajo y medio. La lamprea de mar nada por el Atlántico Norte, a ambos lados del océano. Sin embargo, el aumento de barreras artificiales y la contaminación marina han hecho que el área de distribución de la lamprea haya disminuido de forma sensible.

Ni qué decir tiene que son los únicos vertebrados acuáticos "sin mandíbula" que sobreviven y que menos modificaciones han experimentado a lo largo de sus 510 millones de años de existencia. Vamos que son unos primitivos. Recientemente se halló un fósil de lamprea (cefalaspidomorfos) de 360 millones de años, muy bien conservado, en donde se revela que su evolución es más conservadora de lo que los científicos pensaban, y apenas se han registrado cambios. Este hallazgo sitúa el origen de la morfología de la lamprea moderna, en el seno del período Paleozoico. Se estudia porque permite vislumbrar condiciones arcaicas en la historia evolutiva vertebrada.

En la península ibérica, la lamprea se conserva en los cauces de los ríos Guadiana, Ebro y Guadalquivir, así como en la costa de Galicia y Asturias.

La pesca en Galicia se lleva a cabo principalmente en la cuenca del Ulla y en curso bajo del río Miño. Este último está segmentado en “puestos de pesca” desde Salvaterra de Miño hasta Ponteareas. Los métodos de pesca más genéricos son las redes y las “pesqueiras”. Las redes y sus variantes son propias de las zonas de estuario y desembocadura, mientras que las “pesqueiras” lo son de las zonas más altas.pesquera Las “pesqueiras”, verdaderas joyas que datan del tiempo de los romanos (del s. V a. C. hasta el s. II d. C.), son ingeniosas construcciones formadas por grandes sillares de piedra. Están situadas dentro del río y se alinean en perpendicular o en oblicuo al curso del agua. Su estratégica situación provoca la captura de los peces cuando remontan el río.

Las “volantas” son redes que cruzan el río en perpendicular y derivan empujadas por la corriente. Los “butrones” -nasas cónicas o cilíndricas- son aparejos de malla y aros de hierro con un orificio de entrada y sin salida. Se sitúan en el fondo del lecho por lo que son menos acaparadores que las redes. Otra modalidad o técnica es la “fisga”, “francada” o “tridente” que consiste en un palo largo con una serie de puntas en su extremo inferior con el que se clavan las lampreas.

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Las construcciones o empalizadas de madera, sobre las que se encaraman los pescadores con las fisgas, cruzan el río en perpendicular. Constan de varios pilares de unos dos metros de alto sobre los que se posa una pasarela.

Las “estacadas” más habituales se hacen con pilares de eucalipto o pino pero en la actualidad ya hay “estacadas” metálicas con la innovación del método tipo “puente elevadizo” mediante poleas.

Las lampreas remontan el río pegadas al fondo, cuando pasan por debajo de las “estacadas” los pescadores las clavan con las “fisgas” o “francadas”.

DEL RÍO AL PLATO

En el antiguo Egipto, el pescado era un alimento popular. El Nilo, proporcionaba gran cantidad y era el aporte proteico principal de las clases pobres. Entre ellos encontramos: percas, carpas, lucios, anguilas, lampreas, etc. La pesca parece haber sido especialmente importante en el Imperio Medio.

En las tumbas de Ty y Mereruka, los peces que hay debajo del agua están dibujados con tanto detalle que entre otros, se reconoce la "lamprea". No obstante, la pesca en aguas del Nilo era uno de los deportes de los nobles quienes lo practicaban navegando en esquifes, barquichuelos de madera y juncos sujetos con tiras de papiro. Atrapaban los peces con arpones, que a veces eran dobles. La especie más preciada era la perca, pero también se consumían carpas, anguilas, lucios, lampreas, y otras.

Cuenta la leyenda, que antaño este pez agnato fue un manjar al que los romanos eran muy aficionados. Los del viejo Imperio viajaban con ánforas al delta del río Nilo, para pescar las lampreas durante su desove y a cambio mataban a los esclavos arrojándoles a la parte del Nilo del Alto Egipto, para servir de alimento a las generaciones venideras de lampreas.

Cierto día de no recuerdo qué siglo “Augusto, estaba cenando con Vedio Polio. Un joven esclavo rompió un plato de cristal y Vedio, ordenó que arrojaran al esclavo a las voraces lampreas de su estanque. El chico se precipitó a los pies del "emperador”, y le suplicó morir de cualquier otra manera, pero no comido por los peces. El indignado emperador, ordenó la liberación del esclavo, romper todos los platos de Vedio, y llenar el estanque... “.

Según Plinio: Cayo Hirio, prestó su piscina, para alojar a seis mil lampreas, para las cenas triunfales del César”.

Es, sin embargo, en la Edad Media donde la lamprea alcanza su mayor esplendor al ser permitido su consumo en épocas de vigilia. Este hecho la convirtió en preferida por monjes y nobles. Carlos V era un gran devorador de lampreas.image

Pasados dos milenios, la lamprea sigue considerándose un manjar delicioso.

La excelencia de los platos a base de lamprea aparece con frecuencia en la literatura. Así sucede, por ejemplo, en la novela de Alexandre Dumas padre, El Conde de Montecristo. Este vampirillo también ejerce de casi protagonista en la novela La saga/fuga de J. B., de Gonzalo Torrente Ballester: “Pues Señor, este libro cuenta la historia de Castroforte del Baralla, capital de la quinta provincia gallega, que desde que encabezó una rebelión contra Madrid en mil ochocientos algo, fue borrada por el gobierno central de los mapas y administrada por godos, como llaman los castrofortinos a los que no son del pueblo, y nadie más la conoce más allá de Ponferrada. Es una localidad singular que tiene en la pesca de la lamprea su principal medio de vida, junto con los beneficios que dan las peregrinaciones al Cuerpo Santo de Santa Lilaila de Barallobre, la patrona. Un buen día desaparece el Cuerpo Santo y las lampreas abandonan el cauce del Mendo, uno de los dos ríos que atraviesan el municipio, río de aguas inmóviles que bulle de estos bichos, que además y según cuentan los nativos de Castroforte, son animales carnívoros. También tiene el pueblo una tercera y mucho más importante, para el libro, se entiende, tradición: la existencia de una suerte de Mesías cuyas iniciales son una jota y una be, que en cada momento clave de la historia de Castroforte ha protagonizado una hazaña, por la que el pueblo les recuerda y recordará siempre, hasta el fin de sus días, en que el pueblo entero se vaya volando por los aires con todos sus habitantes dentro, completamente ensimismados.” Considerada como la obra maestra del autor y publicada en 1972, tuvo que ser sometida, como entonces era de todo punto preceptivo, al juicio del censor, quien concluyó que: “De todos los disparates que el lector que suscribe ha leído en este mundo, éste es el peor. Totalmente imposible de entender, la acción pasa en un pueblo imaginario, Castroforte del Baralla, donde hay lampreas, un cuerpo Santo que apareció en el agua, y una serie de locos que dicen muchos disparates. De cuando en cuando, alguna cosa sexual, casi siempre tan disparatada como el resto, y alguna palabrota para seguir la actual corriente literaria. Este libro no merece ni la denegación ni la aprobación. La denegación no encontraría justificación, y la aprobación sería demasiado honor para tanto cretinismo e insensatez. Se propone se aplique el SILENCIO ADMINISTRATIVO.”

A modo de curiosidad y para terminar señalar que el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, publicó un trabajo científico que llevaba por título Sobre el origen de las raíces nerviosas posteriores de la médula espinal de la larva de la lamprea. A cerca de la base y las costumbres y la estructura de la lamprea, Freud concibió la idea de los “restos diurnos”, a partir de la cual elaboró el mito del asesino del padre, expuesto por vez primera en Totém y tabú.

Vampiros acuáticos ¿Pueden existir mejores besos? Son los más contundentes, los más absorbentes, los más encendidos, los más sangrantes, pero son... ¡¡BESOS ROBADOS! !

Isa, no sé yo eh, a mí por si acaso que no me bese. Que no, que no, que a mí no.

elgrito




He dicho que nooooooooo.




Aquí os dejamos a la belleza en movimiento

ISA & MP

19 comentarios:

isa59 dijo...

ESPECTACULAR!!!. Muper, gracias por haber sabido plasmar con contundencia y a la vez con ironía , la "vida y obra" de este "bicharraco", tan feo,tan increiblemente complejo y primitivo... Decirte, que muchas sensaciones y recuerdos vienen a mi mente .Noches, y noches sin fin en las "estacadas", acompañando a mi marido , y contemplando su serpentear por el río Tea... Gracias , por este homenaje a mi pueblo. MUAC.

MAR dijo...

IMPRESIONANTE!!!!!. Me ha encantado, creo que me encariñe con las lampreas que por otra parte tienen una historia y vida muy interesante y particular, pero creo que privare mi paladar de saborear dicho manjar las prefiero de mascotas.

MP dijo...

Ufff yo creo que tampoco Mar, ni como aperitivo ni como mascotas, qué repeluco, qué repeluco...

MP dijo...

Por cierto Mp ha puesto tilde en Bésos en la foto de las lampreas para remarcar la fuerza expresiva de éstas, eh.

Anónimo dijo...

ME HA ENCANTADO, AHORA HACER UN TRABAJO SOBRE LAS ALFOMBRAS FLORALES DE PONTEAREAS

Anónimo dijo...

NO ME LO PUEDO CREER, QUE BUEN TRABAJO

Tarei dijo...

Por qué le llaman amor cuando quieren decir..."sólo quiero chuparte los fluídos, pescaete"..jejejej....la verdad, el bichillo a la vista no es muy agradable, y al gusto no tengo el placer de saberlo, pero el post es sensacional y, ahora, cuando vaya a meter los pies al Ulla me andaré con ojo...Gracias Isa y Mp por velar por la salud de mis extremidades!!!jejeje....fuera bromas, me gustó el post y, oye, he aprendido mucho sobre la vida y obra de las Petromyzun marinus!!


un saludín a tod@s los que nos leen!!

Anónimo dijo...

Me gusto muccho el post, he aprendido mucho sobre la lamprea.

Anónimo dijo...

Soy un pescador de lampreas de Salvaterra de Miño y me encanto como tratasteis el tema de las lampreas, en hora buena.

Anónimo dijo...

Hermoso el post, gracias desde Argentina por la informacion de las lampreas,

Anónimo dijo...

Desde Paris gracias por el post de las lmpreas, mis padres son de Arbo.

Anónimo dijo...

Desde Alemania tambien gracias por el post, mis padres son de Ponteareas.

Anónimo dijo...

Desde Venezuela he visto el post, mis padres son de A Cañiza.

Anónimo dijo...

Lo he visto en Brasil, mis padres son de Fornelos.

Anónimo dijo...

Jo que buen post, y para comerla que ¿tal está?.

Anónimo dijo...

Muy buen post, pero que fea es.

Anónimo dijo...

De la mar el mero y del rio la lamprea, en hora buena, un lampreero de Arbo.

MP dijo...

No sabía yo que fueran tan populares las lampreas sister`s. Laterracita, tendremos que hacer una gira por medio mundo con ellas, eh.

Un saludo a todos aquellas personas que se han tomado la molestia de comentar en este post. Gracias.

MP dijo...

Quise decir a todas aquellas personas; madre! que como acabo de hablar con una amiga extranjera se me olvidó "habá".Bueno, quien dice hablar dice escribir.